Una intervención gratificante

Somos la Gorgorita y la Botiquina en Son Llàtzer. Acabando la jornada, pasamos por el Hospital de Día Pediátrico cuando escuchamos un llanto lejano e intenso.

Un pequeño llora y llora, incluso en los brazos de su madre. Nos acercamos, empezamos a cantar, y sigue llorando.

Vamos añadiendo sonoridades y, se despliegan las voces consiguiendo unas armonías improvisadas, especialmente hermosas.

Quedamos atónitos: las payasas, la madre, el pequeño que ya no llora, las enfermeras que entran con admiración y agradecimiento para que haya dejado de llorar, y también nuestra estimada Maria José, que estaba con nosotros por la venta de calendarios.

Una historieta inigualable.

Botiquina 🤡

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