Qué importante es el momento de dar el primer paso. Muchas veces no te lo esperas, muchas veces conoces a esa niña o niño desde que es tan pequeñito que cuando llega el momento en que lo ves dar su primer paso, crees que es solo tu imaginación. Hay veces que conocemos en el hospital a verdaderos milagros, milagros que entre todos, con amor y cuidados, han sido posibles. Padres aguerridos que lo han dado todo por acompañar y estar, han pasado por todas las emociones y de repente nosotros estamos ahí para ver cómo ese milagro poco a poco va creciendo, poco a poco va mirando con otra cara, poco a poco va buscando diferentes rincones de ese espacio de la sala de rehabilitación, y poco a poco se pone de pie y da sus primeros pasos.
No puedo dejar de emocionarme y darme cuenta de que he estado ahí en todos esos pequeños momentos que, como dijo alguien por ahí, son «un pequeño paso para el hombre pero un gran paso para nuestra humanidad». Esto de ser la Doctora Pastilla me da muchos momentos que ninguna otra parte del mundo me los podría dar. Son pequeñas siembras de amor, y así como entrego yo parte de lo que tengo, ellos me devuelven algo que es muchísimo, muchísimo, muchísimo más grande.
Hoy quiero hablar de ese pequeño y sutil primer paso, porque ¡grande que es! Apenas esos centímetros en que transcurre el pie hacia delante se convierten en la muestra de un trabajo enorme y de amor puro, y yo, como Doctora Pastilla, estoy más que agradecida de poder ser parte de ello.
Dra. Pastilla 🤡