Qué bonito es sentir que todos estamos un poquito locos. Yo estoy un poquito loca, tú estás un poquito loco, ella está un poquito loca, y él ya se volverá loco. A veces, las transmisiones del hospital nos traen noticias que pueden parecer muy locas, pero esas «locuras» a menudo son tan gratificantes que uno podría pasar todo el día en esa habitación.
Otras veces, nos avisan que alguien no está bien, pero ahí entra la magia: logramos cambiarlo todo con risas, juegos y canciones, transformando el ambiente de manera tan profunda que hasta los enfermeros quedan sorprendidos.
También acompañamos procesos delicados, donde a veces el personal nos dice que es mejor no entrar, pero es la propia familia quien nos pide que estemos allí. Estamos en diferentes momentos del hospital; no siempre estamos para hacer reír o cantar. A menudo, también estamos para escuchar o para llevar a la persona a un recuerdo que le traiga amor, paz y armonía en momentos tan difíciles.
Qué bonito es cuando alguien te ve por los pasillos y te dice: «¡Aiii! ¡Sois lo mejor que tiene este hospital! ¡Os veo y me alegráis el día!» Cada uno de estos comentarios hace que nuestra labor sea cada vez más significativa, y nos motiva a seguir intentándolo cada día, a mejorar y a estar a la altura.
Como siempre, un súper beso.
Dra. Pastilla 🤡