Quiero contar esta historieta sobre mi experiencia con un padre que me ha emocionado mucho. Fuimos a la UCI Pediátrica de Son Espases y nos ponemos a cantar Malaika. La niña está muy delicada y necesita tranquilidad. El padre se pone a cantar con nosotros. Nos dice que canta en una coral. Para él,  cantar es una maravilla y le encanta cuando cantamos para su hija.

Así que no dudó en sumarse a nuestras voces. Encuentro que es un momento precioso y emocionante.

El amor de este padre hacia su hija es tan grande que nuestras voces llenan todo el box.

Creo que estos momentos son de una humanidad inmensa y que tengo la suerte de formar parte. Gracias, papá. Tienes una voz y un corazón enormes.

Valentina Ventolina

Ir al contenido