Hay un momento que me encanta en el hospital, y es estar frente a la puerta de la habitación y hacer con mi mano un suave toc toc, abrir muy suavemente la puerta y preguntar… ¿permiso se puede?, es ahí donde expectante espero la respuesta del niño, me lleno de emociones no sé qué dirá, si adelante, no no puedes, si por favor, hay un largo e infinito abanico de posibilidades. Claramente espero deseando que diga un gran SI y poder hacer todo lo que he planeado en mi cabeza, reír, jugar, cantar, pero hay veces en que simplemente no quieren y la respuesta al preguntar, ¿puedo pasar?, es NO, no puedes y eso para mi, es tan válido como cualquier SI, porque es un momento en que él niño, tiene el poder de decidir quién entra o no a su habitación y para mí sigue siendo el regalo más grande que pueda haber, dejar que ese niño tome aunque sea un poquito sus decisiones… ya la la doctora pastilla se buscará la vida para que al siguiente día ese mismo niño diga que si, de eso se trata nuestro trabajo y cuando dice que si ya no hay vuelta atrás querrá que entremos cada día jajaja y ahí estaré yo la Doctora pastilla seguramente con algún colega para hacer reír o llorar … de la risa.
Atentamente la doctora pastilla, que visc en la illa a veces en una silla y a veces dónde me pilla, pero siempre voy a toda carrerilla.
Dra. Pastilla 🤡