Hoy entramos en la habitación de un señor que nos contó que era de un pueblo de Córdoba llamado Rute. Se notaba que tenía un gran sentido del humor y estaba completamente feliz de que hubiéramos ido a verlo. No dejaba de agradecernos estar allí y nos pidió que le cantáramos una canción, lo cual hicimos Lola y yo.
Él estaba muy agradecido y nos contó que ya estaba cansado de estar en el hospital, que el hecho de que nosotras fuéramos a visitarlo hacía que todo fuera más fácil. Nos explicó que estar allí, no poder moverse mucho, tener siempre las mismas vistas y hacer cada día lo mismo, lo mantenía en una rutina que para él era demasiado pesada. El hecho de que nosotras apareciéramos por la puerta pidiendo permiso para entrar, era una sorpresa que no se esperaba.
Nos habló de su pueblo Rute y nos contó que también había una señora en esa planta que era de allí y que además la conocía.
Parecía que llevábamos horas en su habitación, pero fue solo un momento muy corto. Lo último que me quedó grabado fue algo que hizo que el día se llenara de más alegría y esperanza: Fue cuando nos despedimos y le dijimos que nos veríamos pronto y que esperábamos que no fuera dentro del hospital. Él nos miró a los ojos y nos dijo: «con un ratito que estéis aquí, ya dais vida». Esta frase la guardaré en mi memoria y en mi corazón. ¡Muchísimas gracias!
Dra Pastilla 🤡
